Preguntas enanas, de la obra " ¿Y cómo no se pudrió Blanca Nieves?

A Blancanieves su abuelo le había enseñado siete preguntas. Le había dicho que cuando las cosas se pusieran mal se las hiciera a cualquiera que se cruzara en su camino. Eran preguntas muy cortas, del tamaño de un enano. Eran preguntas antiguas. Eran preguntas de antes de Cristo. Pero el mundo yacía mísero, cada vez más, y los caballos de Aquiles seguían llorando por el sufrimiento de los hombres. El mundo yacía mísero, dominado por la guerra, como si la civilización estuviera condenada a la peste por desconocer la respuesta a las siete preguntas.
Así que Blancanieves le preguntó a un soldado:

¿Qué es el hombre ? ¿Qué es el Estado? ¿Se puede convertir a un hombre en un hombre mejor? ¿Qué es peor, recibir injusticia o cometer injusticia? ¿Existe la verdad? ¿Se puede enseñar la verdad? Donde está lo bello, ¿el mal desaparece?...

¡¡El Estado es el insomnio, usted no ha venido aquí a dormir, esto no es un hotel, los oficiales también estuvieron sin dormir, lo bueno que haya hecho usted no viene a cuento, y además sigue siendo usted un hombre, no hay motivo para quejas, porque sigue siendo usted un hombre, todos sus excrementos son humanos, usted está sentado, sobre sus propios excrementos humanos. Y estas flores, estas jodidas flores, son las flores más bellas, más bellas, más bellas que he visto en vida !!!

Kronos me otorga...

Cinco minutos

y
estaré

un año más lejos de ti...

pero quizá,
alguna vez,

nos re-

encontremos

... en un espejo de nueva piel.

Conmigo contigo. Contigo conmigo.

Reconocemos lo dual de la vida,

por eso, amiga,

juntas busquemos belleza,

y a ver si somos felices;

aun en tristezas.


----- Te quiero------

Fuimos amigas, de niñez, de adolescencia...

"No dejes que nadie se interponga en el camino de tus sueños" escribiste con un 'bolígrafo rosa', manito amiga desde los nueve.

Por eso, aunque nos separaban miles de kilómetros y un gigante muro blanco, yo seguí buscándote, claro, de acuerdo a mis posibilidades: salía muy caro llamarte así que te mandaba cartas, las cuales demoraba varias horas en escribir, porque intentaba reflejarme a través de ellas, porque mi letra siempre fue fea y cómo me costaba hacerla inteligible. Ya sabes, soñaba literalmente con verte otra vez, de hecho, apenas cumpliera dieciocho años iría a visitarte...

...pero un día no te comunicaste más, o sea, aparte de unas cuantas cadenas, que me dejaban tranquila respecto a tu existencia; justamente comenzabas a estudiar en la Universidad, y como te fuiste a Buenos Aires, creo que nuestra amistad se quedó abandonada... sí, desparramados sus huesitos en nuestra escuela, lo que era tu casa, lo que era la mía, varias calles y plazas de Areco.


Ahora, cuando viene el cartero sé que sólo trae cuentas de agua y luz.
Mejor botaré tus cartas, Nemesia, es que a veces me ponen triste, y yo quiero seguir soñando.

Deseo de fuga

"¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?"

Alejandra Pizarnik

Porque esta noche tus palabras son las mías,
pero yo no te las pedí, así que llévatelas, Alejandra,
... me gusta leerte como quien caminando descubre una rosa,
y, sin embargo, no la corta, para que siga hermosa,
para que no te pinche un dedo.