Tuesday, March 27, 2007

La vida se ríe en nuestra cara

Luego de casi veinte formas distintas de cuestionamiento encubierto, arrastrando consigo terremotos y maremotos internos, lo descubro en mi pieza un momento fútil cualquiera. Ni un instante revelador. Nadie me llama del primer piso, el teléfono no suena, ningún perro ladra, la noche no es más oscura, mi mente no tiene nuevas ideas, ni me siento diferente; menos aparece un fantasma o experimento una teletransportación. Simplemente se incorpora paulatina entre el insomnio y el sueño posterior. Entonces, al otro día comprendo, pero aún no lo sé. Para que después vaya en la micro y un hombre mal disfrazado de anciano le diga a todos los pasajeros “si pudiera retroceder el tiempo, cometería más errores”. Es exactamente lo que tanto buscaba. Un joven actor, quizá cesante, llega a verbalizar la verdad que yo siento: ya no hay nada que temer, cada día seré más imperfecta.

La vida se ríe en nuestra cara, y yo también.

3 comments:

Fabiola said...

Siempre intento actuar bien, pocas veces me ha resultado. Me gustaría disfrutar de mis errores, quizás así podría vivir más tranquila.


Saludos, nos vemos.

Amaru said...

Equivocarse es pensar que hemos errado. Cada paso, cada traspié nos conforma como individuios. Doy gracias a todos esos errores por ser lo que soy, y doy gracias a los tuyos también.

David said...

Muy cierto lo que dice Amaru: sólo es pensar que hemos errado.

¿Y si el entorno no reconociera el error? Creo que ahí está la clave...

Ser uno un propio entorno.

Muy bello tu blog, trataré de leerlo entero y más seguido :).

Saludos.